22/3/12

TALLER NARRATIU I


En el hospital estornuda. Una explosión de aire sale a presión. A contraluz puede verse los miles de microbios saliendo en busca de libertad para elegir la próxima víctima. El soplo alcanza una velocidad capaz de hinchar las velas de un velero. En su afán encuentra salida por un pequeño agujero que de una pedrada hizo algún niño en los viejos ventanales. Sale airoso. Impetuoso coge aliento y se deja seducir por el azul. Las olas sacudidas se mueven a contracorriente. El horizonte se va rizando a medida que el viento peina sus aguas marinas. Las crestas se pronuncian llegando a la plácida orilla dorada donde las miles y miles de partículas arenosas se alborotan chocando contra los bañistas que las sienten como agujas. Alterados se levantan dejando poco a poco y de forma desordenada la playa lánguida. Subiendo las calles la brisa insistente vuelve del revés la ropa tendida. Mueve veletas a porrazos de aire y sacude postigos que espetan una y otra vez haciendo resonar las calles vacías de gente haciendo la siesta. Mujeres y hombres anónimos se asoman aleatoriamente al paso del escándalo volátil que aturdido por la necesidad de comunicarse resopla una y otra vez buscando a quien comprenda su lamento. Los golpes se agolpan en las casas. El viento con sus hilos juega a encontrarse y a esconderse y a asustarse dejando tras de si, puertas que espetan por que las corrientes estiran en direcciones diferentes. Una sacudida pone en pie a una madre. Lejos de saber que ocurre en las calles, estornuda. Clara comprende la necesidad de su hija. De donde vino el viento las olas la han de llevar.

Agost 2009_ AULA DE ESCRITORES
C/ Sant Lluís, 6   Barcelona